En Sueño Profético
decían:
Es
difícil comprender al que Dios Aquí lo trae para que hable de la Gloria. Es
difícil porque la Tierra te quita con las cuatro distracciones que Aquí en la
Gloria no sirven.
Dijo
uno:
¡Qué
fuerza tiene lo que la carne desea! –Cuerpo que dura poco tiempo–. Esto, si tú
no lo vas sujetando, el deseo cada día más te irá obligando. Esto quiero…, esto
ya no quiero… Y te pondrá en los caminos que te apartan de este Reino.
El
que está siempre con el pensamiento puesto Aquí, si al dialogar no es el Nombre
de Dios muchas veces oído, es hambre que sientes y tienes delante plato vacío. Este
sentir es hablar de Dios, oír su Nombre, hacer preguntas con confianza pensando
que la respuesta Dios la manda, y aprovechar todas las horas para oír lo que
Dios dice Aquí en su Gloria.
Desperté, oí:
Si
observas al que Dios trae Aquí, todas sus palabras llevan algo que el nombre de
Dios tienes que oír, porque su tiempo todo es para Aquí.
Yo
creo que hay pocos que no se cansen de oír estos Divinos Mensajes.
Y
el Elegido se cansa cuando habla poco de lo Divino, que es alimento para el espíritu.
Cuando
Dios te trae Aquí, ya a nada le ves importancia de lo material que queda ahí.
El
espíritu busca al que más crea en Aquí.
Ya,
si cree y ama, puede servir para llevar estas Palabras.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C7
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