En
Sueño Profético decían:
¡Qué corta es la vida!
¡Que
vida, en la Tierra queda!
¡Qué corta es la juventud,
y que
pronto la vejez llega!
Una tienes que cuidarla
para
que el pecado no llegue.
Y a la otra ya le llega desprecio
y
nadie la quiere.
Pero
si tú eres de Dios con juventud y con vejez, de joven huyes del pecado, y de
viejo, si estás con Dios, ya Dios te mandará quien te cuide los años. Pero al
final, el cuerpo, quedará enterrado.
Dijo
un espíritu con Mando de Dios:
El
hombre no piensa esto, ni el culto ni el que tiene dinero y por mucho que
gaste, luego, tiene herederos. Éstos son los ricos, ricos, que se creen dueños
de la vida de sus cuerpos.
Todo
es no creer que Dios no esté muerto y que vea todo lo que tú estás haciendo. Y
lo ve antes de que tu espíritu se lo haya mandado a tu cuerpo.
El que
cree lo que el Elegido dice y escribe dictado por Dios, no puede hacer nada sin
preguntar al Elegido lo que está bien o lo que está mal, porque no quiere a
Dios enfadar.
Los
que a este Caso están unidos son perseguidos por los espíritus del mal para
disgustar al Elegido.
¡Éstos
no saben cómo hacer aquí el mal!
El
milagro de la “Piel de Cordero” no deja que te llegue sufrimiento.
Todo
el que va a dar aquí sufrir, Dios lo deja al descubierto, y ya la alegría te
ayuda a vivir. Porque sin esta alegría de Dios, hace tiempo que tu cuerpo no
podría vivir.
Desperté,
oí:
Si
todo lo coges como los estudios, al final ganas el título.
En
este arrobo comparaban juventud y vejez.
Con
juventud siguiendo a Dios, muere tu cuerpo pero tu espíritu no.
Y con
vejez amando a Dios y repartiendo Paz, Dios te dará un lugar.
Decían
en el arrobo, que hay que tener cuidado hasta que Dios el Permitir lo prohíba y
lo deje apartado.
Esto
es Poder de Dios que deja al descubierto al bueno y al malo.
Al
malo que quiera engañar con la palabra “bueno”. Y al “bueno” que viva sin a
Dios amarlo.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario