En Sueño Profético decía un Discípulo de Dios Hijo, Maestro,
como Él quería que Le llamaran sus Discípulos. Ya se dicen las palabras:
“Cuando os paren para preguntaros que si
estáis contentos con el Mando que Yo os doy, decid la contestación como si Yo
estuviera delante, que aunque no Me veáis, Yo estoy”.
Ya dijo Santiago:
“A mí, esta pregunta, muchos me la han
hecho. Y mi responder es este: Yo paso el día triste cuando el Maestro me da el
Mando corto. Yo sin el Mando de Dios y Maestro, como Él quiere que Le llamemos,
era vivo de cuerpo y muerto de espíritu”.
Estas palabras yo las decía cuando había
más gente delante del que me preguntaba: “Soy Santiago, para el que quiera esta
Enseñanza. Que esta Enseñanza más persigue al que a Dios más ama”.
Dijo un espíritu de la Gloria:
El que siga a este Elegido, que le
pregunte qué tiene que hacer para dar más alegrías a Dios. Porque cuando llegan
sufrimientos tienes que saber recibirlos para no retirarte de Dios.
Los que más quieres, que piensen que la
unión que tienen con el Elegido, hoy nadie la tiene.
Pues haciendo este pensar, ya queda en
fango todo lo que les quiera sufrir dar.
Desperté, oí:
Cuando tienes un bien de Dios, intentan
quitártelo los espíritus que están al mando de Satanás.
Pero con la Enseñanza de este Elegido ya
puedes aumentar la alegría que te quieren quitar.
Los que están aquí unidos, que sigan, con
las fuerzas que Dios les da, buscando prólogos.
Los Libros es una grande alegría por la
cantidad que se están llevando. Unos los pagan al momento y a otros les dice el
Elegido que los paguen como puedan.
Pero que los cundan, por ser la Palabra
de Dios antes dicha y hoy diciendo.
A más se cundan estos Libros, más
alegrías llegan al Cielo. Y Dios, desde su Gloria, manda premio para el que los
cunda y los pregone.
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6
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