En Sueño Profético
decían:
Se ve que el hombre
prefiere la Tierra –y se queda al descubierto– antes que el Cielo.
Lo de la Tierra lo busca
y sufre por no tenerlo, está una vida luchando y apartándose del Cielo, que
mayoría de casos antes de decir “es mío”, ya su cuerpo habita el cementerio.
Se queda más el hombre al
descubierto cuando Dios coge un lugar para Él dejar Enseñanza, por el poco
interés que el hombre pone sin costarle dinero, al contrario, dándole Dios Premio.
Este Caso, hoy único,
tiene que ir a la memoria de muchos cuando se estén muriendo. Que ya poco les
va a servir este recuerdo.
El hombre se hace
culpable de tener Esto en silencio, queriendo que quede oculto para que se
hable de Dios, de lo que pasó en otros tiempos.
Si Dios no se manifestara
a nadie después de que se fue al Cielo, cómo se podría decir: “Dios está Vivo”.
Mucho antes de su
Nacimiento, manda Dios Padre que se cunda su Nacimiento. Y después de su Subida
a los Cielos, no deja de decirle al hombre que continúa Vivo entre el hombre
que quiere su Presencia.
Desperté, oí:
Dios siempre está recordando
al hombre su Existencia.
Pero en esta medida y con
estos justificantes, hoy no hay ninguno que pueda decir: “a mí me está pasando
igual”.
De no ser Esto verdad, no
podría el Instrumento escribirlo, porque saldrían satánicos presentando cosas
falsas que en contra de Dios están.
Este Caso hoy es único. El
silencio del que no quiere que sea, justifica esta Verdad.
***
Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - Cierre de Libro
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