martes, 16 de junio de 2020

El hombre engaña al hombre, pero no engaña a Dios

En Sueño Profético decían:

¡Qué sufrimiento más grande,
y ya sin tener remedio,
tiene que tener aquel
que se vea morir
y despreció al Instrumento
que Dios le mandaba Aquí!

¡Qué sufrimiento más grande,
y ya sin tener remedio,
por no responder tu cuerpo
para seguir el Mensaje
que Dios dicta Aquí en el Cielo!

El hombre engaña al hombre,
pero no engaña a Dios.
El hombre se ofrece al hombre
y a Dios le esconde
lo que a otro le ofreció.

Éstos, cuando llegue muerte
–que no la pueden evitar
millonarios, condes o reyes–,
¡qué sufrimiento tendrán
en el momento de su muerte!

Pero es más sufrimiento
el que representa a Cristo
y no acudió al Mensaje
porque nada de Dios quiso.

Éstos, es doble sufrimiento
el que tienen que pasar
antes de que los vean muertos.

Si el hombre pensara esto,
no pasaría su garganta
ni el agua ni el alimento;
ni su cara haría mueca de alegría,
porque siempre llevaría,
sin letras, este letrero:

“Señor, si Tú hablas y yo no acudo,
y administro tus Poderes,
cuando me llegue la muerte,
¿qué disculpa voy a ponerte?

Este sufrimiento le llega por fuerza
al que la espalda Aquí tiene.

Desperté, oí:

No hay muerte con más sufrimiento,
que ya no puedas enmendar
el mal que a Dios Le has hecho.

No hay pecado que supere
a éste que Aquí dictan:

“Que Dios hable y tú desprecies”.

Si tú presentaras pruebas
diciendo que no era cierto,
también tendrías pecado
si no oíste al Instrumento.

Porque las pruebas serían falsas,
del mismísimo Infierno.

Han querido hacer el daño,
y Dios los dejó en silencio.

Que este silencio les sirve
hasta que los vean muertos.

Cuando en su cuerpo se sientan
el síntoma de la muerte,
que llamen a Satanás.

Hombres que viven por Dios
y a Dios desprecian y niegan,
no pueden entrar en la Gloria,
porque ya sería por fuerza.

Al que le llegue la muerte del cuerpo,
si antes a Dios despreció,
ya lo esperan los demonios.

Y es poco castigo
si en la Tierra disfrutó lo de Dios,
creyéndose él que era suyo.


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C6

1 comentario:

  1. Que más comentario que el mismo mensaje ensena
    Aquí las aclaraciones las verán cuando los cubra la tierra

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