Dios se hizo Hombre para enseñar

En Sueño Profético decían:

Se van a decir palabras que, el que quiera, las entiende:

Si Dios no actuara en el que recibe estos Mensajes, ya no viviría hace tiempo su cuerpo, porque no hay sufrir mayor, que no puedas dar a lo más tuyo estas Palabras de Dios, y vayas ofreciendo, sanando cuerpos y poniendo Paz en sitios que no merecen tu Presencia presenciar. Pero tu gran Amor a Dios es siempre igual. A Dios pones en el sufrimiento, y ya, Él contigo está. Tú le puedes al sufrimiento, y Él no se puede enfadar. Aquí pueden comparar si esto es del hombre o de esta Gloria Celestial.

En lo material es imposible que el que tiene abundancia de todo deje a lo más suyo y todos disfruten de esta abundancia, correspondiendo unos bien y mayoría mal. ¡Si tan sólo al pensar esto, ves aquí verdad!

No hay quien levante al caído y al suyo lo deje sin levantar. Otra vez se repiten estas palabras: “aquí, pueden ver verdad”. En esto, actuando Dios, deberían medir las palabras para no aumentar el sufrimiento de tener que estar dando el fruto y negándolo al que tenía que ser el primero.

Desperté, oí:

Para valorar estas Palabras tienes primero que querer a Dios (pero no por miedo), y después haber perdido lo más grande que Él une y ya es un mismo cuerpo.

Y después, llevar la cruz, poniendo en tu pensamiento a la Madre Virgen.

Fue sufrimiento sin poder comparar, por ser el Hijo el Dueño de todo, y a la Madre pudo quitarle este martirio.

Pero Dios se hizo Hombre para enseñar que ese camino es corto, triste y duro, si no piensas en esta Eternidad.

Está llegando el momento que Dios prohíba al que Aquí trae, que suplique que crean esta Verdad.

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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C8