En Sueño Profético decían:
Cada día que pase dejará una alegría,
pero alegría para cundir más esta Grandeza Divina, que nadie hoy puede decir
que igual le pasa que al Elegido.
Estando diciendo estas Palabras se vio a
la Madre de Dios Virgen, con Dios Hijo en sus brazos, que llevaba su Túnica
puesta, pero ya no tenía señales como cuando estaba en la Cruz. Les decía a las
que estaban con Ella:
“Al Verlo en la Cruz, mis lágrimas yo a
Dios Padre le ocultaba, porque Él, siendo Dios Padre Lo permitió, para que
vieran su Poder en su Resurrección”.
De momento cambió la Visión, y ya se vio
a Dios Hijo con sus Discípulos que Lo estaban esperando. Uno de ellos dijo:
“Maestro, la calle de la alegría esta
llena y Te están esperando. Yo no he dicho nada, pero puedo ir y decir las
Palabras que me digas.
Desperté, oí:
Es difícil comprender este Mensaje si no
has leído estos Libros, que dicen muchos Hechos de Jesús, Dios Hijo.
También, los que están al lado de este
Elegido pueden preguntar lo que no comprendan.
Y si es con Amor y creencia, el responder
del Elegido le aclarará lo que no entiendan.
Era una Visión, que por mucho que quisieras contarla, te faltaría tiempo y papel.
¡Verlo Matado en los brazos de la Madre
Virgen, con su Túnica, y de momento salir andando, y con sus Discípulos ir
pregonando su Resurrección!
Decían, que si Escándalo fue cuando Lo
Clavaron en la Cruz, mucho más Escándalo fue cuando su Resurrección, viéndolo
con su Túnica y sin heridas de clavos.
Para ver su Poder, tienes que recibir
sufrimientos y más a Dios querer.
Y en este querer, su responder es
Milagro.
La Madre Virgen tenía a Dios Hijo, con su
Túnica, en brazos.
Pero ya viviendo Resurrección, que todos
la vieron, porque en las montañas hablaba dando Enseñanza de Vida Eterna.
Cuando te lleguen sufrimientos, pon en tu
pensamiento a la Madre de Dios Virgen.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6
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