En
Sueño Profético decían:
Cuando
la carne se pone enferma sigue habiendo arrobo para el espíritu del Elegido,
pero el cuerpo no responde al mando que da el espíritu.
Cuando
el cuerpo del Elegido siente dolor, le pide a Dios con estas palabras: “Señor,
si mi cuerpo enferma, que yo siga oyendo tus Palabras. Dame fuerzas para
poderle al cuerpo enfermo, porque tiene una fuerza grande”.
De
esto no quería el Elegido que nadie se enterara, por si culpara a Dios el que
no amara.
Fue el
arrobo corto por las dolencias del cuerpo.
Desperté,
oí:
El
arrobo ha sido corto porque el cuerpo rechaza lo que pide cuando no está
enfermo.
Este
Mensaje es para que piensen que el cuerpo cuando enferma, ya no sirve.
Estas
cortas palabras han sido muy repetidas.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario