En Sueño Profético decían:
Donde actúa Dios, no puede actuar
el enemigo de Dios, porque el triunfo es la derrota. Lo de Dios queda siempre
por encima de lo del hombre. Lo de Dios baja del Cielo; lo del hombre, de lo
sucio de la Tierra.
Dijo uno:
Si tienes contacto con el que
Dios sus Palabras le deja para que el Lugar las repita, sea el Lugar que sea,
ya tú conoces que donde de verdad se habla de Dios, va grande la diferencia. Y
todo el que sus Palabras practique, la Paz llevará de compañera. Esta Paz
acerca y retira. Acerca porque su sentir es bálsamo para tus penas. Y retira
cuando tú, intimidad, con el pecado tengas. Este sentir te hace chico el sufrir
que da la Tierra.
Desperté, oí:
Este sentir te da Paz y te frena
en lo que a Dios no le agrade que hagas, ni que lo pienses.
Te da fuerzas, que transmites al
que el camino no sigue porque nadie le dio la mano y en el suelo está caído.
Si practicas las Palabras que
Dios quiere que el hombre practique, ya verás gran diferencia en el que no las
practique, aunque lo tengan por bueno.
Hombre bueno sin Dios, es peor
que el que hizo pecado y a Dios llorando llamó.
El bueno que no es de Dios no
tiene arrepentimiento y la Gloria la perdió.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C8
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