En
Sueño Profético decían:
Tu
presencia y tu actuación van nombrando a Dios. Tu presencia tiene diferencia
con otras presencias. Y tu actuación es aceptar todo lo que te llegue, sin
demostrar enfado, y hablar de Dios con gran Amor.
Repite
el Mando de Dios en un espíritu de su Reino las palabras que dijo uno que
todavía su cuerpo vive en la Tierra:
“Yo no
tengo ya cargo en la Tierra, pero para Dios tengo el mismo cargo. Yo no puedo
olvidar la muerte del cuerpo de mi hija, la Paz que tuvo con la presencia que
este Elegido le dio”.
Al que
esto no crea hay que tenerle compasión.
Desperté,
oí:
Tu
pensar quisiera que todos comprendieran que es Dios el que pone las Palabras
cuando tu sentir las siente y manda que sean dictadas.
El que
no comprende al que Dios manda, es porque Amor le falta.
Estas
Palabras son Pregón que no hay que callar.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C7
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