En Sueño Profético decían:
El que crea Aquí,
tus palabras le hacen pensar
y tu forma de vivir.
El que crea Aquí,
ve algo
que no puede desmentir.
El que crea Aquí,
rompe sus memorias
y empieza de nuevo a vivir,
enmendando cosas que hizo,
que ya no volverá a repetir.
Esto es Sabiduría brotando
del Tronco del Árbol Divino
que en la Gloria está sembrado.
Estos brotes buscan sitio
y ya van formando árbol
en el jardín del espíritu.
Cuando ya cogen la fuerza,
los tallos se hacen ramas
y forman el Paraíso.
Aquí no entra la fuerza.
Aquí entra el que buscó a Dios,
Lo siguió y su Mando quiso.
Estos espíritus hacen el Mando de Dios,
pero pocos son conocidos.
Pero los que, con materia,
Dios elige
para que hablen de su Gloria,
éstos, el que no los conoce
es porque a Dios no ama.
Desperté, oí:
Oyendo al que comunica estas Palabras, que
Dios manda sean cundidas, les sirven de guía y a Dios llaman, y ya cogen camino
que no pensaban.
Hoy, tus palabras han dejado Método Divino y
han cambiado los pensamientos.
Has hecho dos grandes obras, y tendrán su premio.
¿Cómo dudarán los hombres de esta Existencia
Divina?
Tu consejo sea cobrado con el cheque de la
Obediencia.
Que la Obediencia sea el pago.
Ya es tiempo de que el Elegido no vaya
limosneando.
La Obediencia está al alcance de aquel que
sea cristiano.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C8
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