En Sueño Profético decían:
El que no vea aquí actuación de
Dios, no ama ni cree. Si ama, la fuerza de este Amor lo lleva a donde sus Palabras
oyen. Y ya hace preguntas que siente cuando Dios habla.
“Yo pregunto para amar más y a
Dios no enfadar”. Esto sería actuación de sentir este Amor. Ahora, el creer te
hace pensar: “Después de morir mi cuerpo yo sé que hay otro Mundo. Yo no me
porto bien porque no amo, pero el miedo de ir al Infierno me hace pensar que
busque donde Dios dice que habla para poder amar”.
Ahora, el no creer: el no creer
es lo que aquí está pasando: no acudir a este sitio que ya tan conocido es y la
Palabra de Dios dejarla a un lado. Pero este Caso tiene que formar gran
escándalo.
Dijo uno:
El que quiere a Dios, de su
espíritu sale a su cara la Fuerza de Dios.
Desperté, oí:
Aquí ya se ha terminado el tiempo
de tener que esperar para valorar lo que Dios dice en su Reino.
¡Qué grandes comparaciones ponían
en la Gloria, de amar, de creer y de no creer!
Al creer, decían que pueden
llegar a buscar, y por temor encontrar.
Pero el no creer hace daño a los
de cerca y a los de lejos.
En las actuaciones del Elegido Dios
va actuando.
Y Dios premia a los que el “no”
no te han dado.
Nadie espera ver lo que se está
preparando, todo por el camino que Dios está mandando.
Es gran premio que la Palabra de
Dios se nombre para hacer Libros que Dios manda dictar.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C6
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