lunes, 21 de diciembre de 2020

Señor, que yo vea bien lo que salga de tu Gloria

En Sueño Profético decían:

Si tú crees que el Elegido lleva Mando de Dios, tú no puedes quitarle el Mando y querer que haga el tuyo. Porque tu mando ya no es de Dios, tu mando ya es de otro sitio. Si el hombre pensara esto, el Amén no se dejaría escondido, que este Amén le daría luego alegrías o castigo en el pensar que le llegara.

Dijo uno que mucho siguió a los Discípulos:

Éstos nunca aceptaron reforma del hombre a las palabras o acción que hacían con el Mando del Maestro. Pocos veían bien su Enseñanza, pero ellos tenían siempre a su Maestro delante y no cambiaban la acción que ellos hacían por la del hombre. Aquí veían más a Jesús, El Salvador de los Hombres.

Si sabes que va de Dios el hecho, si quieres reformar, ya te pones al mando de los espíritus que no son de Dios.

Desperté, oí:

Si el Mando quieres reformar, Dios nunca te dará su Confianza.

Si el Mando no ves bien, ya te están mandando espíritus para que formes la guerra

y contentes al diablo.

Todo el Mando que Dios manda

cógelo con alegría,

si el Mando a ti te llegara.

Que estos apuntes te sirven

para darte Dios su Confianza.

Tienes castigo en la Tierra

cuando reformas,

y a otro, daño le llega.

Pues figúrate,

quitar un bien Divino

por dudas que tú pusieras.

Ten siempre en tu memoria:

“Señor, que yo vea bien

lo que salga de tu Gloria”.

***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C5

1 comentario:

  1. Con lo fácil que sería un mundo de Fe y Obediencia
    Pero no se vive la Fe y la Confianza porque falta la creencia

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