En
Sueño Profético decían:
La Paz
te la da el espíritu, no el cuerpo. El cuerpo te exige que hagas lo que no
dicen los Mandamientos.
Dijo
uno:
A mí,
cuando vivía con cuerpo, me gustaba aprender de esta Gloria; del vivir que veía
que hacían los malos y los buenos. Ya, cuando los veía poniendo lo de Dios lo
primero, les seguía el camino, y éstos sí eran buenos.
Esta
Enseñanza siempre la ha habido, pero no con la gran Enseñanza de este Elegido.
Dios
sabía que en el mundo, cada día, aumentarían los pecadores por los estudios y
las carreras que su primera asignatura era enseñar a ver el pecado normal
porque los tiempos habían cambiado, haciendo los pecados con cultura.
Se
comparaban el adelanto y el progreso con los viajes en carros o en aviones: si
ibas al mismo sitio, ¿qué más daba llegar después o antes? Todo era
acostumbrarte. Esto lo oía yo en los mesones.
Cuando
yo no podía callar era cuando comparaban al hombre con el animal.
Un
día, de esos días que tus fuerzas no puedes guardar, dije estas palabras: “Yo
veré bien lo que estáis hablando y comparando cuando vea al hombre andar como
el animal, con las manos siguiendo a los pies, y ya tendrá cuatro manos o pies.
Y cuando del cuerpo, su piel sea su ropa. Y cuando tenga hambre y para comer
devore a otra persona. Cuando no guarde capital y desprecie las comodidades. Y
cuando viva en hoyos como muchos hoy con el progreso, muriendo de hambre.
Desperté,
oí:
Ponían
tantas comparaciones del adelanto con siglos pasados, que si tienes estudios,
al comparar ves vida de fracaso.
Decían
que la Paz la da el espíritu que es de Dios, y ya lo publica el cuerpo.
Pero
pocos cuerpos se ven dando Paz, porque el recato no se lleva ya.
Ya es
vivir rompiendo todo lo que lleva el nombre de Dios.
Esta
Enseñanza hace tanta falta como la Luna y el Sol.
Como
el agua en la tierra cuando está con siembra.
El
sueño es corto y el arrobo largo.
Porque
una hora de sueño puede hacer un Mensaje largo.
Este
Sueño ha durado más de dos horas.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C4
Que verdad más grande!!! Para que queremos aviones ni artilugios modernos si no nos sirven para llegar al Cielo?
ResponderEliminarEsto son cuatro días y a veces ni eso.
Más vale carreta con Dios que tren que nos lleve al fuego eterno.