Lo bueno viene de Dios

En Sueño Profético hablaban de la palabra “bueno” en el hombre. De lo poco que el hombre practicaba este primer Mandamiento.

Ser bueno es un deber de todo el que nace y pisa la Tierra. Ser bueno se debería practicar tan normal como andar con los dos pies, sin utilizar las manos. Pero el hombre piensa al revés: Ser malo lo ve normal, y ser bueno le extraña.

Sería más comodidad dejar, al nacer, que el cuerpo utilizara las manos dando ayuda a los pies. Y así, ya se vería al hombre como a cualquier otro animal. Pero el hombre se preocupa de enseñar al niño cómo tiene que andar, con lo más chico del cuerpo tiene que al cuerpo llevar. Pensar, que el pie lleva, a veces, y a gran velocidad, más de cien kilos, y el hombre lo ve normal. Pues lo mismo que hace esto, ¿por qué no enseña a ser bueno como enseña a andar? Y ya el malo no existiría, como no existe el hombre que ande a cuatro pies, por utilizar las manos sirviéndole como pies.

Desperté, oí:

Igual que les extrañaría al hombre

ver andar al hombre a gatas,

por qué no se extraña más

de ver al que a Dios no ama.

El hombre sin practicar

las Palabras de este Cielo,

ya puede ir borrando

la palabra “hombre bueno”.

El hombre a Dios no le sirve

si a Dios no pone primero.

Igual que no le sirve el anillo

si no tiene ningún dedo.

El bueno que a Dios no sigue,

va haciendo a muchos malos.

Porque el pecado mayor

es ir de Dios apartando.

Tiene el hombre que aprender

lo que es un hombre bueno,

para que por bueno sea nombrado.

Porque al bueno sin Dios

ya le estás llamando malo.

Lo bueno viene de Dios,

y sin Dios es hombre falso.

No cojas nunca lo bueno

para vestir a lo malo.

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Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VIII - C4