lunes, 21 de febrero de 2022

Dios quiere que todos Lo quieran

En Sueño Profético decían:

No temas en hablar de lo que oyes en la Glo­ria o de lo que te manda Dios. Todo lo que es­cribes lo hace la mano, pero es Mando y Poder de Dios. La mano es movimiento de niño cuando empieza a coger por primera vez la cu­chara, que si el mayor no le ayuda, al suelo va la comida. Pues así es la mano del Elegido si Dios no le pone su Poder al espíritu, que es la vida del cuerpo.

Dijo un espíritu que Dios le da Mando, que és­te acompañaba a los Discípulos cuando Dios los mandaba con sus Palabras:

Yo, todo mi tiempo lo empleaba en ir con los Discípulos, llevando las Palabras que les daba su Maestro. Ellos tenían fuerza para hablar sin temor de lo que les decía Dios Hijo, este nombre para mí, para ellos su Maestro. Pues ya voy a decir las palabras que llevan Mando:

Al oír a este Elegido ves que tiene la misma fuerza que llevaban sus Discípulos. Había ve­ces que les hacían preguntas para poderlos desmentir, pero la verdad hacía que después de la pregunta pidieran perdón. Esta pregun­ta que me mandan dictar puso silencio e hizo lágrimas derramar. Ésta fue: “Santiago, ¿tú crees que el Maestro te quiere a ti más que a mí, aunque yo pase tiempo sin ir a Verlo?

Ya se oye la respuesta:

Dios Hijo, Maestro para nosotros, el sufrir que Le acompaña en su interior es porque el hom­bre no Lo busca y no Lo sigue, que esto se verá cuando los clavos pasen sus Manos y sus Pies. El quiere que todos Lo quieran, pero el no puede querer para que quieran por fuerza.

Desperté, oí:

Esta contestación la dio en una plaza que es­taba llena de gente esperando al Maestro.

Le salían las palabras con una fuerza, que a las tuyas las callaba.

Yo quería tener esa fuerza y a ellos los seguía.

Pero ellos recibían Palabras y Mando, dicien­do: “El Maestro nos ha dicho”.

Que es lo que yo comparo con este Elegido.

¿Quién, sin tener Arrobos durante la cantidad de años que este Elegido los tiene, puede ha­blar con la fuerza que él habla?

Y ya le pueden preguntar Teólogos u hombres de grande carrera, que queda por encima el saber que él lleva.

Estas contestaciones ves que no son de la Tierra.

Un seguidor de los Discípulos

***

Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C7

1 comentario:

  1. Dios nos creó para hacerle compañía, para amarnos y para qué nosotros lo amaramos también a Él.

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