martes, 22 de noviembre de 2022

El Amor nace y se hace sin academia pisar

En Sueño Profético decían:

Conoce más a Dios el que vive la Paz que el que quiere la guerra. Y sabe más de Él el que al Elegido se entrega, porque Dios ya le habla sin reservas al que su palabra oye como si en Él la oyera.

Dijo uno:

Siendo Dios en la Tierra Dios y Hombre, sabía más de Él y el porqué de sus Hechos tan dispares el que más creía a sus Discípulos. Porque Él les daba Palabras sin reservas para los que los creían y a Él amaban. Había veces que las mismas Palabras y el mismo Hecho no podían ser iguales para todos, aunque siguieran al Maestro, porque tenían que entretenerse en explicarlas y al final perjudicarían con sus interpretaciones de carne y Tierra.

Había mandatos y “ve y di” que eran comprendidos con el Amor y la visión del espíritu. Si esto faltaba no había comprensión, había comprensión de materia pero no de espíritu. Por eso, el Lenguaje de Dios no sale de la cultura del hombre ni de su inteligencia, sale del Amor que el espíritu manda a la carne, apartando inteligencia a la materia. Luego, si ama, ya le sigue la inteligencia y aprende y enseña el Lenguaje.

Desperté, oí:

Al hombre de grandes ciencias y con títulos, no le cabe en la cabeza que Dios, cuando va a elegir, no le da trabajo el inculto del saber que se aprende ahí.

Dios comunica al espíritu y ya le sigue el saber, aprendiendo y comparando. Y el Amor le va diciendo: “mi saber era de engaño”.

Este Lenguaje de Dios debería el hombre enseñarlo poniendo su cultura detrás.

Y seguro que educadores y profesores a Dios le oían algo.

Dios, cuando elige, ya aparta la cultura, para que se quede atrás.

A hombres cultos y sin cultura Dios los lleva a su Lugar.

Pero antes de elegirlos tienen el Amor que buscar.

Al Amor nace y se hace sin academia pisar.

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Libro 74 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IX - C1

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