En Sueño Profético decían:
Creerá más al que
dice “Dios me dice”, el que más cumpla sus Palabras. Lo buscará más el que
sienta Paz su espíritu.
Dijo uno:
El hombre no vivirá
bien mientras no empiece poniéndole el primer cuido a su espíritu. El hombre,
él mismo, desprecia la Paz de esta Gloria, que Dios manda para que el hombre no
sea esclavo del pecado. El hombre ha cogido la Libertad que Dios le ha dado
para ir en su contra, pero no para Amarlo. Si el hombre pensara en este pensar
que Aquí dictan, lloraría, aunque nunca sus lágrimas hubieran bajado a su cara:
“¿Qué falta le hago a Dios? ¿Para qué quiere mi ayuda? ¿Para qué quiere que no
peque? ¿Para qué quiere que yo viva su Paz y que sea suyo? ¿Para qué se
comunica, sabiendo que pocos Lo quieren, que desprecian a sus Elegidos y el
llano lo hacen monte?”.
El hombre debería pensar
lo que supondría para Dios –Poder Infinito y Eterno, que al Mando de su Palabra
se hizo la Luz y el Mundo de Tierra– dejarlo en tinieblas.
Desperté, oí:
Aquí tiene para
pensar el hombre: qué falta le hace a Dios.
Aquí, si el hombre
meditara, vería la falta que le hace a Dios.
Hazte este pensar,
que es corto: “Yo ya, desde hoy, no vivo”.
¿Crees tú que el mundo,
sin ti, podría Dios seguirlo?
Pues si Dios se
hace Pastor y manda apacentar sus ovejas, no le haces falta a Dios.
Es su Amor que no
te deja, por si Le pides perdón después de tantas ofensas.
***
Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C1
Los cuatro últimos renglones son para sacarlos en canción.
ResponderEliminarSi quedara algo de amor en este mundo de tinieblas ya habrían sacado canciones que harían llorar a las piedras.