viernes, 18 de noviembre de 2022

El que Me tiene Amor Yo hago que le crezca el tiempo

En Sueño Profético decían:

Dios te enseña a lo que debes de hacer y no te obliga a lo que Él quiere que hagas. Si no te enseñara, no te pediría cuentas; y si te obligara, Lo querías por fuerza.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Cuentan de una leyenda que escribieron los cristianos que vivieron con Dios antes de Crucificarlo. Que yendo un día este Dios enseñando al hombre cómo vivir sin ofender a Dios Padre, que en Él vivía, vieron a unos que se fueron para el Maestro y Le dijeron: “Tenemos ganas de disponer de algún tiempo para oír tus Enseñanzas, que dicen que son de provecho”. Estos eran hombres de los más destacados del pueblo, por sus estudios y sus conocimientos. Siguió el Maestro andando pero sin darles desprecio, por habérselo ya dado desde el primer momento que vio que querían Engañarlo. Antes de llegar al sitio donde iban y que muchos esperaban, quiso el Maestro que más salieran a Darle disculpa para que todos aprendieran. Salieron unos hombres al camino con sus alforjas y su hocino, de haber terminado la faena, aunque no había acabado la mañana, y Le dicen al Maestro: “Hoy no nos perdemos el Sermón ni oímos “ya han pasado”. Anoche nos vinimos y al amanecer estábamos talando, y ya está la faena terminada. Las mujeres nos han echado comida y tal vez vengan ellas con los chiquillos a cuestas. Pero hoy todos Te oímos”. Y contestó otro: “Bueno, si Tú lo quieres”.

Se paró el Maestro y dio estas Palabras a todos:

“Los primeros que nos han parado están enseñados a lo que deben de hacer, y les falta Amor y les sobra tiempo. Y éstos no tienen tiempo y quieren hacer lo que Yo quiero que hagan. A éstos Yo los enseño y les doy tiempo, y ya tienen tiempo, porque tiempo quieren. A los primeros no les doy tiempo porque de sobra lo tienen, pero no quieren Seguirme porque Amor no sienten”.

Desperté, oí:

Estando el Maestro hablando se presentan las mujeres, de los chiquillos tirando.

Pero con caras contentas. Allí fueron las miradas de todos por Mando de Dios en la Tierra.

Estas Palabras da el Maestro a estas familias:

“Éstos no engañan ni pierden, pero quieren hacer lo que Yo quiero que hagan.

Y ya tendrán de sobra el tiempo.

Los que quisieron Engañarme, ahora es cuando Yo les retiro el tiempo, por Mando de mi Padre.

Todo el día estarán liados sin hacer servicio al Maestro.

Este Sermón su Enseñanza es a no engañar con el tiempo.

Pues el que Me tiene Amor Yo hago que le crezca el tiempo”.

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Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C2

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