miércoles, 22 de marzo de 2023

¡Amor de Dios, qué grande eres!

En Sueño Profético decían:

Si sientes Amor con Paz, pon la mirada en el Cielo. Esto, cuando sientas el Amor y guardes sufrimientos. Pues piensa que si no es Amor de Dios, no hay Paz ni tu mirada va al Cielo.

Dijo el Poder de Dios en un espíritu que está en su Gloria:

Este Elegido pregona el Amor que lleva dentro, y su sufrimiento es no poder hacer que todos comprendan lo que Dios dice en su espíritu.

Decían que era diferente ser un espíritu que Dios lo trae a su Gloria para que vea y hable de lo que ve y de todo lo que a él le pasa, a un espíritu elegido para que enseñe, con cuerpo y espíritu, cómo vivir para no perder la Gloria. Este espíritu, cuando Dios lo lleva al cuerpo, es con mando para que se publique todo lo que Dios le habla y le hace que vea en su Gloria. Pues esto no puede quedar en silencio, porque si queda, ya viene el sufrimiento. No sería sufrir cuando el que conoce este Caso cogiera clases para ir enseñando. Pero el espíritu del mal lo que quisiera es que todos hablaran mal del Lugar que hoy es Caso único. Esto es lo que no deben olvidar los que siguen estas Palabras.

Desperté, oí:

El sueño llegó con Amor de Dios.

Y más grande era el Amor cuando oías las Palabras dichas con el Mando de Dios.

Termina el Mensaje con estas Palabras:

¡Amor de Dios,

qué grande eres!

¡Que me pones alegría

donde el sufrir me ponen!

***

Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C7

No hay comentarios:

Publicar un comentario