lunes, 18 de septiembre de 2023

Cuando amas a Dios te sobran horas para cundir

En Sueño Profético decían:

Cuando estás seguro de la Existencia de Dios, de que está Vivo, con Cuerpo, en su Reino y en su Gloria, donde espera para entrar, con el Mando de Dios, al que quiera Vida Eterna, no puedes oír dudas que a Dios ofendan y de Él retiren, dándole el sitio al que no hace falta nombrar y sí decir que tiene como vivienda el Infierno.

Dijo un Discípulo de Dios Hombre:

A nosotros, un día nos paró un hombre para preguntarnos cómo poder estar horas con el Maestro. Nuestro contestar fue:

—Mañana, en este mismo sitio y a la misma hora te traeremos la respuesta que nos dé el Maestro.

Cuando llegábamos al Maestro para que nos diera la respuesta, Él ya nos estaba esperando con cara contenta. Estas eran sus Palabras:

—Decidle que las horas están libres, esperando que las quiera el que a Mí quiera seguirme. El pedir que ha hecho es porque cree, y el creer le pone el Amor que mi Padre concede al que quiere ser un Discípulo más. Id a por él mañana, y ya dejará a otros, empezando por su familia, como culebras arrastradas.

Cuando al día siguiente éste llegó al sitio donde estaba el Maestro, estando un trozo retirado de Él, se puso de rodillas diciendo estas palabras:

—Maestro, si lo he hecho mal por darle el tiempo a las cosas de la Tierra, y al que me da la vida no darle el tiempo, si tienes que castigarme, ya me quedo tranquilo, porque pienso que todas las horas eran para la Tierra.

—Ponte de pie y ven cerca de mi Túnica, que es la que lleva mi Cuerpo.

Cuando se acercó, el Brazo del Maestro a su espalda le dio.

—Ya di cuando te pregunten, que eres Discípulo del Maestro.

Desperté, oí:

Cuando se cree y se ama, no puedes oír palabras que a Dios ofendan o duden de que existe Vivo con Cuerpo.

Nosotros, los Discípulos, cuando nos hacían preguntas que al Maestro ofendían, dábamos la espalda aprisa.

Era grande diferencia, cuando nos hacían preguntas como la que en este Mensaje Dios ha mandado dictar, a cuando eran mandadas por espíritus del mal.

Cuando amas a Dios te sobran horas para cundir lo que te dice Dios, Maestro como nosotros le llamábamos porque Él así lo quería.

Un Discípulo de Dios

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C6

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