viernes, 29 de septiembre de 2023

Si el hombre creyera en Dios, habría más Elegidos

En Sueño Profético decían:

Hoy, las peticiones que a Dios le has hecho han sido concedidas. Ya se dicen las peticiones que a Dios le haces en silencio cuando a la calle sales o tienes llamadas de enfermos para que pidas a Dios curación. Pues éste es el pedir a Dios:

“Señor, el que me mire, Te vea, y el que Te vea, no Te olvide”.

“Señor, que no sea yo la que hable, que vean un Poder grande”.

Pues hoy y más días han dicho que algo tiene este Elegido, pero algo del Cielo. Otros, responden: “Es que yo, cuando oigo su voz, me siento más tranquilo, porque mis pensamientos no son buenos y todo lo veo imposible”.

Dijo un espíritu que termina el arrobo:

A los enfermos que hoy visitaste, les cambió para bien su cara, cuando tu presencia estaba a su lado y las palabras que oyeron fueron medicamento. Tienen que hablar del Libro que les has dejado. Pues este pensamiento, Dios te lo dio para que lo llevaras al enfermo.

Desperté, oí:

Estas palabras son mucho dichas de pensamiento: “Señor, todo el que dé el uno, Tú le das doscientos”.

El sueño ha sido corto, pero Dios en alegrías lo agranda, y ya no importa que digas las pocas horas que duermes.

“Lo que sí pido sin cansarme es que pronto este Mando de Dios esté extendido por todo el mundo, para que tengan final las guerras, el hambre y el lucir el pecado con ropas que poco el cuerpo tapan”.

“Señor, quiero dormir para que me arrobes la vida del cuerpo, me hables y quede todo escrito”.

Todo esto es dicho en Sueño y, al despertar, repetido.

Si el hombre creyera en Dios, habría más Elegidos.

***

Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C7

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