jueves, 21 de septiembre de 2023

La fuente

En Sueño Profético hablaban de hechos que ocurrieron cuando Dios vivió de Hombre y tenía contacto con quien Lo seguía y con pecadores. Pecadores que los habían criado en el pecado o que los buscaban para hacer daño a la Palabra de Dios Hijo, que por el Padre iba mandado, ofreciendo su Reino y el hombre despreciándolo.

Se vio una fuente y un pilón con agua que quitaba la sed a los animales por ser bajo y tener agua. La fuente no paraba su ruido, porque el agua no le faltaba.

Ya dijo uno:

En esta fuente yo vi querer hacer que uno de los Discípulos quedara por grande pecador, por ser Discípulo de Jesús, el que se hizo Hombre para quitar de pecar y ofrecer su Reino.

Estando yo con otro esperando que bebieran las bestias en las que íbamos montados, se pararon los Discípulos a beber agua, y el Maestro se quedó retirado esperando con otros a ellos.

Llegaron dos mujeres, y una, haciendo como que no llegaba, quiso pedir ayuda para que el Discípulo su cuerpo tocara. Fue a por una piedra, y en vez de darle las gracias, los de lejos y los de cerca oímos insultos con estas palabras:

   ¿Tú acompañas al Maestro y me dejas con sed por no poner las manos en mi cintura y el agua pueda beber?

Fue Santiago a contestar y a prisa le dijo Felipe:

   Santiago, ya que hemos bebido, sigamos el caminar, que el Maestro está mirando y ya Él nos dirá si hemos hecho bien o mal.

Llegaron al Maestro, y antes de nosotros llegar porque yo ya no me fui por mi camino–, me emparejé con ellos y dijo el Maestro:

   –Si la compasión que mi Padre manda que enseñes, la pones en esa mujer pecadora, no sólo te ensucias tú, sino que también ensucias mis Palabras. Esa ramera va siguiendo al que Me sigue, y no puede llegarle el Perdón que Yo doy para el pecador. Ella alcanza y lleva para recoger el agua. Yo te he mandado fuerzas para que te retires sin dar escándalo, que también lo quería.

Desperté, oí:

Si Santiago contesta, también forman escándalo, porque son pecadoras rameras y a los Discípulos querían ensuciarlos.

***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C7

No hay comentarios:

Publicar un comentario