viernes, 26 de enero de 2018

Las cosas de Dios

En Sueño Profético decían:

Las cosas de Dios,
no son para ocultarlas,
no son para negarlas
ni para dudar de ellas.

Las cosas de Dios
llevan ese sello,
que se ve que es Dios
en cada momento.

Las cosas de Dios
son como alfarero y herrero,
que no hay confusión.

¿Quién les diría,
viéndoles trabajar,
al alfarero, herrero;
y al herrero, alfarero?

Ni el alfarero puede
tratar el barro a martillazos,
ni el herrero puede
moldear el hierro con las manos.

Pues más diferencia encuentran
en uno que viva vida de Tierra,
con uno que Dios traiga a su Gloria y enseñe.

Éste lleva eso:
un Mando sin miedo,
un Mando con fuerza,
que no encuentra a nadie
que pueda enfrentarse,
diciendo:

“Es mentira, eso no es de Dios,
eso es del hombre”.

Dijo uno:

Teniendo esta fuerza,
hay que divulgar
en lugares lejos
y en lugares cerca,
y dar varias veces
en la misma puerta.

Es mucho más fácil
que abran la puerta
oyendo más golpes,
que en la vez primera.

Desperté, oí:

En el que Dios le dice
“Ve y di esto en mi Nombre”,
si el hombre quiere ve verdad o mentira,
lo ve en la humildad
y en la fuerza de enfrentarse
con el que cree que sabe más.

Aquí ya estás viendo
herrero y alfarero.

Imposible discutirle
lo que ya han nombrado en Gloria.

El alfarero moldeando
lleva el amor a las manos.

Y el herrero con los golpes
va demostrando el trabajo,
que le cuesta moldear
porque es hierro y no barro.

Que este Mensaje sirva
para comparar
lo que se está viendo claro.


***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C4

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