sábado, 14 de noviembre de 2020

Lumbre de Amor

En Sueño Profético decían:

Hay quien ama tanto a Dios,

que sus palabras ya salen con fuego,

y lumbre de Amor van haciendo.

Luego, ya se verá lumbre

en el arropar las llamas

para conservar la lumbre;

que arroparlas no es taparlas.

Este arropar, es cuidarlas

con tu Amor a los demás,

con tu desvelo al caído,

con tus palabras de aliento,

que a veces estas palabras

empiezan a formar fuego.

Dijo el mismo:

Estas tres lumbres

que se encendieron al mismo tiempo,

hoy van a servir de Enseñanza,

como tres personajes del Cielo.

Se vieron las tres lumbres,

las tres con el mismo fuego.

En la primera había un hombre

sin ocuparse del leño,

que a fuerza de ir quemándose,

se iba apagando el fuego,

quedando el tronco partido,

yendo la llama hacia atrás,

y pudiéndole ya el humo

hasta quedarse apaga'.

En la segunda estaba el dueño

queriéndola algo arropar,

pero sin ganas de fuego;

echaba una taramilla

y otro paso daba atrás;

la lumbre seguía ardiendo,

pero llegaría momento

que la verías apaga'.

En la última estaba un hombre

arropándola con grandes troncos

y taramillas que descubrían el arropar;

tenía ganas de lumbre,

y quería llamas cuidar;

quería que todos vieran la lumbre,

y si alguno pasaba

dando grandes tiritones,

se podía calentar,

y hablarían de Dios,

de la grandeza del campo,

de la tormenta en la sierra,

donde cae más pronto el rayo.

Luego iría esta caminante,

sin duda, del fuego hablando,

del Amor que aquella lumbre

le fue en su cuerpo dejando.

Desperté, oí:

El primer dueño

no quiere lumbre.

El segundo no arropa,

y por consiguiente

no se ven llamas.

Ya el tercero

tiene ganas de lumbre,

arropa y suben las llamas.

Éste es el Amor de Dios,

que prende con sus Palabras

el que arrope con sus obras

y vaya dando Enseñanza.

El Amor de Dios da fuego,

que quema y nunca mata.

Y aunque te veas morir,

a gritos pides la llamas.

Arropa siempre tu lumbre,

como el tercero,

que en el arrobo,

símbolo hacían las llamas.

***
Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C6

1 comentario:

  1. Amen y que haya muchas hogueras con llamas bien altas que incendien la tierra!
    A ver si así se apaga la frialdad del mundo.

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