domingo, 5 de septiembre de 2021

Cuando Dios elige para enseñar, ya no se puede una sola Palabra cambiar

En Sueño Profético decían:

El que más crea en el Poder de Dios, es el que más pronto da aquí la razón de que Esto no es aparición.

En la aparición dices lo que ves, pero no puedes enseñar Palabras como las que enseña el Elegido, y que Dios le manda.

Sigue el Mensaje un Discípulo de Dios Hombre, Maestro, que era como Él quería que le dijéramos cuando íbamos pregonando las Palabras que nos daba para enseñar. Había grande diferencia de estas Palabras a las que decía el que conocía los sermones del Maestro y quería ir enseñando. Éste no llevaba Mando, y por tanto las preguntas que le hicieran no tenían respuesta.

Se van a decir como eran las Palabras de Enseñanza y las que eran para cundir que tú habías estado cerca de lo que se está nombrando:

Un día, de esos días que teníamos que ir lejos para dar el Mando del Maestro, se acercó uno y dijo:

—Yo puedo decir que lo que yo hablo es dicho por el Maestro.

Estando terminando estas Palabras, llegó el Maestro con los Discípulos a los que le estaba dando Mando. Fue pararse y dijo el Maestro:

—El que crea en mis Palabras, puede hablar de los Sermones que mi Padre dice en Mí. Pero al que Yo mando para que enseñe de mi Reino y de mi Gloria, si Yo no le digo cómo es Aquí el vivir sin cuerpo, que la palabra es arrobo, esta Enseñanza no la llevará dada por Mí, y no sabrá contestar a las preguntas que le hicieran, lo mismo que tampoco sabrá contestar el que quiera ser santo o quiera ser perdonado, si el pecado lo tuvo oculto y no le cerraron todos las puertas.

Desperté, oí:

En este arrobo, ¡qué Enseñanza más grande daba el Maestro a los Discípulos!

Cuando nos juntábamos, cada uno sabíamos el Mando que teníamos que hacer.

Cuando era de pregón, no tenía miedo el que lo decía.

Pero cuando el Maestro me decía: “Santiago, no cambies mis Palabras cuando te digan: ¡Eso no es malo, yo creo que después de muertos, todos vamos al mismo lado!”.

Aquí tenía que dar la Enseñanza para que nombraran al Maestro.

Y no podía cambiar una Palabra porque era por Dios enseñada.

Pues esto es Elegido diciendo: “Dios me manda desde su Gloria para que dé esta Enseñanza”.

Cuando Dios elige para enseñar, ya no se puede una sola Palabra cambiar, aunque el que quiera hacerlo tenga grande carrera de letras, porque el Saber de Dios no puede saberlo ninguno de carrera.

Dios cogió a los Pastores en Belén. Y en estos tiempos de grande adelanto, del Elegido que aquí ha cogido para darle Mando, su saber es de párvulo.

La Palabra de Dios la aprende y la enseña el grande Amor que a Dios tengas.

***

Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C5

1 comentario:

  1. Cambiar la Palabra de Dios es la misma acción que cambiar los Mandamientos,cambiar sus Leyes o reformar sus Sacramentos que nos dejó instituidos sin cambio ni reforma.
    Querer cambiar su Palabra es querer echarle un pulso a Dios.

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