Mis Palabras son para todo el que quiera mi Reino

En Sueño Profético hablaban de los Elegidos. Decían que el contemplativo y el místico eran distintos al Lugar en el que Dios habla, que su nombre es Profeta. Este Lugar habla sin miedo, no le importa que la oigan los teólogos, titulados o los grandes académicos. No le importa porque está segura de que Dios dará la respuesta en ella cuando hagan la pregunta con Amor o con maldad satánica.

Dijo uno:

El místico justifica su timidez. El místico hace oración y refiere lo que le pasa, busca la soledad y mide la contestación que tenga que dar.       

El Lugar en el que Dios da sus Palabras para publicar, éste no calla ni teme a las preguntas que le hagan, porque lo mismo que las Palabras no son suyas, al no ser suyas, Dios contestará cuando quieran desmentir o poner silencio a este Mando.

La contestación de este Lugar es ésta:

“Yo no callo, por ser esto Palabras de Dios dichas en mi espíritu. Antes de callar, Dios me dé castigo ahorcándome, o clavándome, como a Él Le hicieron”.

Este pensar es del Profeta.

Desperté, oí:

Aquí puede ver el hombre y estudiar el por qué no calla este Lugar.

La persiguieron y la siguen persiguiendo para que calle esta Publicación Divina.

Pero llegaron al fracaso, porque el Poder de Dios sigue arrobando su espíritu.

Los que están unidos, que sigan con fuerza y piensen que hay que seguir escandalizando y enterando que este Caso hoy es único.

Hablaban en la Gloria de todas las escalas de Elegidos que Dios tenía.

Pero que aquí era Dios hablando y diciendo:

“Mis Palabras son para todo el que quiera mi Reino”.

“Y el Lugar en el que yo doy mi Mando, tiene que seguir mis Palabras sin temor y con la Fuerza que Dios le da”.   

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Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C1