En Sueño Profético se vio una Luz muy grande. No estaba cogida a
nada. Bajaba del Cielo y en el Cielo quedaba. Era del color del Sol, pero era
de noche. Los rayos parecían de oro y como si el aire los moviera. Veías los
rayos moverse, pero la Luz te hacía cerrar los ojos por la fuerza que tenía.
Ya dijo uno:
Esta Luz es la que Dios manda al
que elige y le da sus Palabras. Esta Luz te guía y te quita oscuridades. Te
hace que veas, lo difícil, fácil. Ilumina la inteligencia y hace que veas lo
que es para el Cielo o lo que es para la Tierra. En hacer el Mensaje, Dios ha
iluminado, porque lo merecen. Ha sido pedido con ansias de tenerlo, de
abrazarlo y cundirlo. Piensa que pronto llegará el gran escándalo. En el sitio
que esto está pasando no están dando a Dios gracias. Las gracias luego las
cambiarán por pedir el Perdón, cuando lleguen momentos oscuros y recuerden:
“¡Qué mal me porté yo!”.
Desperté, oí:
Piensa que la Luz que has visto
en el arrobo es la que te guía y te habla sin palabras.
Éste es el Poder de Dios, que del
Cielo baja.
Era Luz que te buscaba y te daba
fuerzas para que tú las administraras.
Es difícil explicar cómo la Luz
bajaba.
Era de noche, y la Luz como el
oro brillaba.
Esto ya queda poco tiempo para
que se cunda en el mundo entero.
Todo el que pueda, que ponga aquí
su tiempo, que Dios se lo premiará.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C3
Si Dios dice pronto es que será pronto.
ResponderEliminarLos tiempos de Dios son medida Divina,que sea Dios servido y que todo sea cuando Dios quiera!