En Sueño Profético decían:
Si creyeran, no podrían vivir de esa manera.
Si creyeran, el creer, delante de todo se vería.
Si creyeran, no le darían tanto desprecio al que Dios
elige.
Dijo uno:
Tan sólo con pensar en este Elegido verían que sus
Escritos son dictados por Dios en su Gloria. Que estos Escritos están a la
vista de todos, por estar publicados. Que esto fue el Poder de Dios el que
mandó que fueran publicados diciendo: “Que
Me ves, dilo”. Esto es lo que más verdad deja en archivos. Si piensas en
esto, te ayuda para subir al Cielo.
¿Cómo buscar a Dios cuando tu cuerpo muera, si tu
espíritu retira al cuerpo de que oiga las Palabras del Reino de Dios, que las
dice en el que Él le da Mando?
Dios manda sus Palabras para que el que menos cree las
oiga por el que ama. Y éste ya puede cambiar el no creer por el Amor. Pero si
aumenta el no creer, no puede entrar en la Gloria.
Desperté, oí:
En este arrobo mucho se oía Amor y no creer.
Decían que cuando Dios da sus Palabras, como aquí,
para Enseñanza, y no las quieren, es porque no creen.
Y si no creen, el no creer les cierra las puertas de
la Gloria.
Que esto tiene al hombre equivocado.
El hombre piensa que si no cree con cuerpo, cuando
muera su cuerpo, a su espíritu, Dios, lo entrará en su Gloria.
Que esto se ve en las familias, que cuando ven al
familiar muerto, quieren decir que es buen cristiano.
Esto es forzar al espíritu a que le digan cristiano.
Pero son palabras de espíritus que van engañando.
El que quiera entrar en la Gloria tiene que cambiar el
trato del cuerpo. Y que sea a un espíritu del Cielo al que le pida el Perdón
antes de verse muerto.
Decían en la Gloria que la entrada Allí no era
herencia, como los bienes de la Tierra.
Que esta herencia tiene que ser ganada con Amor y teniendo
aún cuerpo.
Si así la ganas, el que la quiere te sigue, y ya Dios
lo hace heredero.
Que puede perderla el que esté cerca, y ganarla el que
esté lejos.
Lejos de cuerpo y cerca de espíritu.
Hazte heredero de las Palabras que Dios manda de este
Cielo.
Que esta herencia, el que no ama, pierde el derecho a
tenerla.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4
Con lo fácil que es heredar el Reino de los Cielos!
ResponderEliminarNo hay herencia más grande y que dé menos mareos para adquirirla.
Aquí Dios nos deja Su Testamento. Pon la firma debajo con tu buen comportamiento y te haces dueño, pero dueño eterno!