En
Sueño Profético decían:
Hasta
que el hombre no crea que el cuerpo muere y el espíritu sigue vivo, no le
quitará sufrir al Elegido, porque el Elegido ve con los ojos del espíritu.
Dijo
un espíritu con Mando de Dios:
A los
espíritus les dan muchos nombres, pero tienen uno sólo: o espíritus de Dios o
espíritus del Demonio.
Esto
lo creen muy pocos, porque no piensan que del cuerpo, sin haber estado malo
nunca y los médicos decir “no tiene nada”, a cuántos se les ha parado el
corazón, sin dolor, y han quedado con la palabra “muerto”. Pues aquí pueden ver
que el espíritu es el que mueve el cuerpo, como el motor el coche, que esto ya
se ha dicho varias veces. El coche puede estar nuevo, y parado queda si el
motor lo quitan y sin motor lo dejan. Pues esto es cuerpo sano sin espíritu.
Los
espíritus del mal lían a los que pueden liar, para que no busquen donde digan: “Allí
habla Dios”, y ya los hacen que pecado vivan, porque pecado lo hay de muchas
maneras. Pero todo es no obedecer al que Dios le tiene el nombre de Elegido.
Al
hacer caso a este Lugar, pisas a los espíritus que llevan mando de Satanás.
Ya se
cambian las Palabras del arrobo:
El que
quiera ver Poder de Dios, lo ve en el vivir que lleva este Elegido. Él se
entrega a este Mando y Dios lo va premiando.
Desperté,
oí:
Sin
saber cómo, Dios le paga todo.
Esto
es siembra de monedas sin tierra.
Es
siembra de Amor de Dios, que en el Prójimo sembró y sigue sembrando.
Pero
esta siembra es pidiendo a Dios que sea viendo el tallo el que la crea.
Esto
está dejando al descubierto a los que no se han nombrado por no hacer mala
visión y mal ejemplo.
Hoy es
para pagar lo que Dios en Palabras de Enseñanza da.
Decían
en la Gloria, que Dios había premiado al que al lado del Elegido estaba.
Pero
este Premio pocos lo valoraban.
Si al
Elegido le estudias su interior, verás que no quiere nada, que lo que quiere es
cundir por todo el mundo lo que Dios le habla.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C4
Es que no hay nada más importante que lo que el Elegido quiere, cundir esto por el mundo entero.
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