En
Sueño Profético decían:
Si el que oye al que Dios
Aquí trae, hiciera su Mando, no tendría que preguntar y vería que era de Aquí
el Mando.
Si el que oye a Dios
pidiera Luz, vería lo de Dios claro y lo del hombre oscuro.
Si el que oye al que Dios
trae Aquí, hiciera su Mando y lo fuera enseñando, quedarían muchas profesiones
como está el pararrayos, para tranquilidad cuando el trueno ha sonado.
Si el hombre, siempre que
Dios le dice “Yo soy Dios” –unas veces sin palabras, y otras, como aquí pasa,
con palabras–, amara a Dios y pensara en la muerte, el hombre rompería muchas
leyes que ya no le sirven, y las cárceles quedarían de museo, como una muralla
que tuvo una ciudad por no entenderse los hombres, porque tampoco pensaron en
las Palabras Divinas que Dios siempre del Cielo ha mandado.
“Noche de Paz” le pone a
su Nacimiento, y deja las Palabras antes de irse a su Reino:
“Amaos
como Yo os he Amado”.
“Haced
el bien y dejad que mi Padre juzgue”.
Desperté, oí:
Todo el Arrobo era:
“Practicad
el bien, que el bien sale de mis Palabras”.
“Practicad
el bien, para que el mal huya”.
“Practicad
el bien, y seréis Elegidos en la Tierra o Aquí en mi Reino”.
Estas Palabras han sido
dichas por Dios Hijo, en el Arrobo, y da Mando para que se dicten.
***
Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C8
Un Amen que llegue al Cielo🙏🐑🐑🐑🐑
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