En Sueño Profético decían:
Ayuda más el no poder y querer poder, que
el poder no queriendo. El poder, sin querer, nunca hará nada. El no poder,
queriendo hacer, ya busca a quien haga sus ansias de querer.
Dijo uno:
Estas palabras las oí yo un día que el
Maestro se las dijo a uno que no tenía recursos para su vivir y quería ayudar a
los demás. Pues siempre que veía al Maestro le decía:
“Maestro, si yo tuviera bienes socorrería
al necesitado e iría hablando de Ti primero”.
Esta fue la respuesta del Maestro:
“Tú tienes el primer don, que es la Caridad
y querer poder. Tu Caridad te lleva a buscar, y el no poder te hace que no
quede tranquilo el que puede. Y esta intranquilidad le hace que quiera, y ya
has ayudado tú”.
Desperté, oí:
¡Qué tranquilidad te daban las Palabras
del Maestro!
¡Cómo te hacía comprender lo que tú no
estabas viendo!
Y otras veces lo veías y allí no estaba
aquello.
Este hombre era vendedor de golosinas
para los pequeños.
Iba de puerta en puerta y unos le daban
de más y no le tomaban la vuelta.
Éstos eran los que tenían más jornal o
los que mejor vivían.
Luego él ya se encargaba del, al que no
podía comprar, ponerle sus manos llenas.
Siempre hablando del Maestro, siempre
hablando de miserias donde de sobra tenían.
“El vendedor de palabras” le pusieron y
por este nombre lo conocían.
Donde veía que vivían bien, se sentaba y
refería las penas que había dejado en la calle más arriba.
Y ya los dejaba inquietos hasta que los
socorrían.
El querer es el que conmueve al que no
quiere y podía.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C1
Maravilloso Mensaje.
ResponderEliminarNo tiene compañera la Enseñanza que da El Señor.