Buscad más al que no crea en mis Palabras, que al que crea y no ame a mi Padre

En Sueño Profético decían:

Con esta Enseñanza que Dios manda desde su Reino, ya vives la Paz de Dios, y ésta sirve para dar ejemplo en el bien o en el mal que te llegue.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

“Este Mando se lo da Dios al espíritu que cuando vivió su cuerpo siempre fue hablando de Dios y apartando con sus palabras a los que no creían en Él. Pero peores eran los que creían y no amaban”.

Sigue este espíritu hablando de su vivir con cuerpo:

“Yo pedía más a Dios por el que no creía, que por el que me decía que Dios existía, que él no lo negaba, pero que Quererlo no lo quería, porque por Él no sentía nada. Que él no hacía nada malo para pedirle Perdón. Y que el Quererlo no podía ser obligación”.

A esto contestó otro espíritu de la Gloria:

“Yo oí al Maestro decir a sus Discípulos: “Buscad más al que no crea en mis Palabras, que al que crea y no ame a mi Padre, ni a Dios Hijo, que es el que os está hablando y veréis matado, aunque después mi Resurrección levantará la losa y Me verán vivir con el Cuerpo que mataron. El que crea esto, ya entrará en mi Cielo, en mi Gloria y en mi Reino, aunque todo es igual”.

Ahora piensa, creer y no amar. A éstos decía el Maestro que se les negaran palabras que su Gloria nombraran, porque el no creer hacía menos daño que el creer y no amar ni querer saber.

Desperté, oí:

Todo el arrobo era hablando de creer y no amar, o de no creer.

Condenaban más –y ponían muchas comparaciones– al que creía y no amaba.

Decían, que el no creer, de todo se olvidaba. Y el creer y no amar, su tiempo todo era para de Dios retirar.

Tiene menos castigo el que bebe veneno sin saberlo, que el que da veneno para ir matando.

Decían en la Gloria, que el que no viera aquí Poder de Dios, no merecía nombrar a Dios en los momentos de grande sufrimiento.

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C6