sábado, 8 de octubre de 2022

Dios busca al hombre

Quedé dormida pidiendo a Dios abundancia de lo que Él es Dueño, y le pedía con tantas ganas que me veía arrepentimiento.

En Sueño Profético decían:

Tu pedir es defendiendo al Dueño de todo; y el hombre, despreciando la Palabra del Dueño de todo de lo que el hombre se cree dueño.

Dijo uno:

Es sufrimiento si sigues el camino del que Dios elige, y la vida que lleva siempre repitiendo para que el hombre no dude de que hay Gloria y hay Infierno. Que los niños son los únicos que Dios, de la Tierra, cuando muere su cuerpo, vienen a la Gloria. Pero cuando son ya hombres tienen ellos que quererlo, que este querer te lo van diciendo aceptando todo lo que Dios dejó dicho cuando vivió con Cuerpo.

Es duro caminar, ver tantas riquezas y despreciar al que las deja por ser Dueño de ellas. Que esto, al que manda con sus Palabras, no le extraña cuando piensa: “Si a Él le negaron casa para su Nacimiento, ¿cómo extrañar que a sus Palabras cierren las puertas los que pueden cundir esto por el mundo entero?”.

Desperté, oí:

Todo el pensar que te viene es poco

para el Amor que a Dios Le tienes.

Unas veces es pensar tranquilo.

Otras veces es pensar,

sin querer, de fiera.

¡Ver que Dios busca al hombre,

y el hombre cerrando puertas!

Y no Lo matan otra vez

porque Cuerpo no presenta.

Su Presencia la tiene

todo el que crea en su Existencia y Lo ame.

Éste, ya Lo ve de mil maneras.

¡Que pesada y triste tiene que ser la vida

del que no vea Presencia de Dios

donde eche la vista!

¡Y qué remordimiento

le entrará tan grande

al que se vea morir y deje capital

que a Dios Le negó

para cundir esto a la Humanidad!.

El empiezo del Mensaje

ha sido dictado Aquí.

***

Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C8

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