En Sueño Profético decían:
A más sufrimientos y más desprecios den al que Dios le da Mando y lo trae a su Gloria, más se ve que aquí actúa un Poder como el que actuaba en los Discípulos de Dios Hombre y Maestro para ellos.
Dijo un Discípulo:
Aquí se está viendo y recordando cómo en nuestra vida con cuerpo nos recibían y no le daban el valor que merecía a uno que estuviera al Mando de Dios. Mucho el Maestro nos recordaba cuando salíamos por la puerta:
A más os desprecien, pensad que algo lleváis que se destaca de lo de la Tierra. Mis Palabras llevan Luz, que mi Padre la envía. Y esta Luz el hombre la desprecia porque no cree que mi Cuerpo tiene poca vida en la Tierra. Cuando mi Padre Me llame, veréis que después de que Me crucifiquen Me llevaré mi Cuerpo. Y el sitio donde esté enterrado lo verán vacío, porque el Poder de mi Padre levantará la fosa y mi Cuerpo lo verán resucitado. Por todo esto tengo tan pocos que Me digan: “Maestro, quiero tu Mando, y si no lo cumplo castígame”.
Desperté, oí:
En este Arrobo hablaban los Discípulos de Dios Hijo, Maestro como ellos Le decían, porque Él así se lo pidió.
Decía: “Aunque el desprecio os dé sufrir, pensad que es porque lleváis el Poder de mi Padre dicho en Mí”.
Nosotros notábamos alegría cuando el desprecio pasaba.
Pocos quedaron sin conocernos. Cuando pasábamos por los mesones las miradas nos llegaban y la mayoría preguntaban:
“¿Vosotros tenéis grande amistad con el Hijo de José y María?”
“¡Pues ya os queda que sufrir, porque dicen que si es Dios Lo matarán!”.
El oír estas palabras me hace pensar que yo debería escandalizar y no dejar Esto en silencio.
Un Discípulo de Jesús
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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C8
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