En Sueño Profético
decían en la Gloria:
Habiendo
escándalo, no puede haber silencio. El silencio puede acampar en el
sufrimiento, pero en la alegría no puede haber silencio. Esto, en alegría de la
Tierra. Pues ya se puede comparar con la alegría del Espíritu que tiene Mando
del Cielo, con el título Divino que su nombre es Evangelio. El que diga que
esto calle, que no mire para el Cielo como no sea mirada pidiendo perdón por el
mal consejo que iba en contra de Dios.
Dijo
uno:
Todo
lo que Dios habla y manda, es para todos. Luego, que cada uno ponga sus
palabras donde vean que van a mandar a Dios más glorias y a quitar sufrimiento.
Que el que no ama, no sabe qué hacer para negar esta Existencia, que de Aquí
sale la vida que vida todo tenga.
Desperté, oí:
Decían en la Gloria
que el sufrimiento podías callarlo,
pero la alegría de ver a Dios
y darte Mando,
el que quisiera silencio,
no
creía en este Mando.
Escándalo con alegría
es
obediencia al Mando.
Si así no fuera,
no sería Dios
el
que estaba hablando.
Sería un escritor más,
más
bueno o más malo.
Pero qué escritor haría,
día
a día, un escrito diciendo:
“Esto no es mío,
es
escrito al dictado”.
Que el Dictado
sale de la Gloria de Dios
con
su Mando.
Unas veces dice:
“Yo soy Dios Hijo”.
Y
otras veces da su Mando.
Pero
todo es Dios hablando.
Si piensas estas Palabras,
ayudas
a dar escándalo.
Tus palabras con tu presencia
hacen pensar al hombre
bueno
y al malo.
En el bueno crece lo bueno,
y en el malo hace que vuelva camino
y
a Dios Lo llame con llanto.
Esto es el mal que hace el escándalo
en este siglo de progreso y adelanto.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C4
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