En Sueño Profético decían:
Hoy, el Mando de Dios ha hecho
una buena siembra con estas Palabras. Que es justo el decirlas para sus
Ministros, ya que son los primeros que deberían enseñarlas.
Dijo el Mando de Dios en un
espíritu de su Gloria:
Las palabras que al Elegido de
Dios le salían cuando con uno de sus Ministros estuvo gran rato hablando, le
acudían con Amor y con fuerza, y éste, con paz, las aceptaba, diciendo que
estas palabras no eran para no aceptarlas, que eran para que fueran estudiadas
por teólogos y catedráticos, y que dijeran si eran o no Palabras de Dios.
Desperté, oí:
Decían en la Gloria, que en las
cosas de Dios, cuando alguno se retira, más Poder pone Dios.
El sueño tardó porque la puerta
de mi interior no se la abría al sueño.
***
Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C1
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