En Sueño Profético hablaban del
sufrimiento. Decían que el sufrimiento consolado es como niño que llora y lo cogen
en brazos acunándolo. Que por grande que sea el llanto, la fuerza le van
quitando.
Pues esto es por
pocos comprendido, y en vez de consolar el sufrimiento, más te lo agrandan.
Dijo uno:
Hay sufrimientos
cuidados y otros abandonados. Los cuidados son los levantados del suelo, los
que tienen la compaña de la Caridad y los perdonados sin ser juzgados. Los
abandonados pueden tener mal final y hasta perder la Gloria por tirar de ellos
el espíritu del mal.
El que ama a Dios,
levanta al caído, le seca las lágrimas y lo hace su amigo si consigue llevarlo
por el buen Camino.
Si eres de Dios y
Le pides con Fe, Dios te manda de lo que tú Le des. Pero de éstos que cumplen
la Palabra de Dios, son pocos los que te encuentras. En cambio, abundan los que
los juzgan y los dejan en el suelo, y se tienen por cristianos.
Desperté, oí:
En los sufrimientos
consolados, a Dios estás alabando.
Decían en la
Gloria, que si el bueno se dedicara a quitar sufrimientos con el Nombre de
Dios, muy pocos se verían.
También decían, que
el sufrimiento con abandono y soledad tenía malos consejeros.
Culpaban al que no
tenía sufrimientos de que no achicara los del que los tenía.
Decían, que amar a
Dios y dejar al caído en el suelo, no podía ser de Dios.
También decían, que
el sufrimiento con Palabras de Dios, consolado, era niño con gran llanto en los
brazos de la madre acunándolo.
Que por grande que
fuera el llanto, lo veías que se iba achicando.
Esto, si eres de
Dios, hacerlo no te cuesta trabajo.
***
Son muchos y a veces hasta amigos, los que si te ven sufrimiento por algo que te ha ocurrido, en vez de darte consuelo te dan la espalda con mala intención y sin contemplaciones.
ResponderEliminarY estás son las palabras que oyes: ¡a saber lo que habrá hecho para verse de esa manera despreciado!... a mi no me pasa eso porque yo soy perfecto y en todo triunfo.