domingo, 29 de octubre de 2023

Dios arroba mi espíritu

En Sueño Profético éstas eran las primeras palabras que se oían. Era como si dos hablaran, dándoles a estos Mensajes una gran altura y diciendo que Esto es muy diferente a lo que le pasa a la que el Elegido ha ido a ver,  por estar enferma en el hospital y al Elegido haber llamado por haberle hablado de este Caso un Ministros de Dios. Esta enferma contaba que a ella le pasaban también cosas de Dios. Esto, cuando iba al campo y se reunía con otras personas para sentir la Presencia de Dios.

Yo diré mi responder: "Lo que a mí me pasa es otro camino distinto: Yo, cuando quedo dormida, Dios arroba mi espíritu, y mi cuerpo queda sin vida hasta que el espíritu vuelve al cuerpo. Entonces el cuerpo se despierta y Dios le dice que escriba lo que le dictan. Una vez que te van dictando, recuerdas todo lo que has visto en el arrobo. Al estar despierta, siguen hablándote: unas veces oyes la voz de Dios y otras su Mando. Todo esto que aquí cuento me fue dicho en los primero arrobos. Decían que, cuando despertara, si seguían hablando, pusiera: “Desperté, oí”, y las siguientes palabras, separadas con rayas. Al poner “oí”, ya se ve que es Mando del Cielo."

Desperté, oí:

¡Qué diferencia hay cuando el Poder de Dios elige para enseñar de su Gloria y para que esta Enseñanza sea cundida, como aquí está pasando!

Si Dios arroba el espíritu y deja el cuerpo sin movimiento, ¡cómo se va a ir a un sitio, llamando a mucha gente, para que vean a Dios arrobando el espíritu!

Esto sería mandarle a Dios.

Este Elegido –dicen en la Gloria–, cuando lee los Mensajes, sí es Mando de Dios, y cuantos más Libros se publiquen, más se hace este Mando.

Donde te presentes, sea hablando de lo que Dios dice, que esto está en los Libros.

El tener estos Libros prólogos de obispos, a muchos les ha hecho guardar silencio, y la Paz de Dios se ha visto.

El que no vea aquí el Poder de Dios, es porque no siente este Amor.

Mandan que quede dictado el brillo tan grande que salía del “Cuadro de Dios Hombre en su Última Cena”.

Siendo esto una alegría tan grande, tienes que callártela, por no seguir los Pasos de Dios el que oye estos Mensajes.

Otra vez repiten, que hay gran diferencia ,de oír lo que dice que le pasa a la que han contado, a oír estos dictados que Dios manda que sean publicados en grande cantidad de Libros.

Estos Libros pueden verlos grandes teólogos y grandes universitarios, no pudiendo quitar palabras y poner las de sus grandes carreras.

Este Caso, hoy, es único, y los Libros lo demuestran.

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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C3

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