En
Sueño Profético decían:
A este
Caso, en el que Dios está actuando, el que acuda y le sirva a Dios, él mismo se
está premiando.
Dijo
un espíritu de la Gloria:
El que
defienda estos Dictados de Dios, no puede tener premio mayor.
Tan
sólo al pensar lo que dice Dios: “que no hay otro caso igual a éste”, ya era
para defenderlo, habiendo además grandes justificantes, y hacer a Ministros y
Representantes que llevasen estos Escritos a la Jerarquías de la Iglesia, que
son los que tienen poderes para comunicarlo a la Cabeza de la Iglesia.
Dando
contestación a esta petición, se acabarían sufrimientos, y al mundo, como está,
le daría un gran arreglo, y el pecador no enseñaría a pecar, como hacen estos
tiempos, poniendo en todo estas palabras: “Eso no es malo. Los tiempos han
cambiado”.
Desperté,
oí:
La
Gloria retira silencio y pide que los Ministros de Dios visiten a la Jerarquía
de la Iglesia.
Llevándole
la gran Publicación que hay, con reconocimientos de teólogos y seglares.
Ya las
Jerarquía lo tienen todo hecho. Y como certificado, que pregonen que otro Caso
igual a éste no puede hoy nadie presentar.
***
Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C3
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