Escándalo, al Evangelio

En Sueño Profético decían:

En este Arrobo, van sus Palabras terminando el Mando del anterior a este Arrobo. Si el Mando de Dios no deja de decir que sus Palabras hoy las está diciendo, son sus Ministros los que tienen que oírlo y saberlo. Que puede que a muchos les robe el sueño. Lo que no puede ser es que el Representante que vea que esto es verdad, lo deje en secreto, porque entonces, el que lo cree y a Dios quiere Servirle, queda en el sitio de ellos.

Dijo uno:

Yo seguí muchas veces a Jesús y a sus Discípulos, y nunca les vi silencio. Antes que Jesús les mandara, ya Le estaban diciendo:

   –Mañana, Maestro, nos das Mando más largo, porque hoy hemos tenido tiempo y nos ha faltado Mando.

Pronto decía su Maestro:

   –Es que Yo os dejo Mando en secreto, y ya Me pide el deseo. Cuando el deseo pasa, Yo con más fuerza os Mando.

Desperté, oí:

Daba vida oír Mando al Maestro.

Comparaba al hombre

que sus Palabras no cumplía,

con mala tierra,

que no merecía echar semilla.

Decía, que el silencio no era su Mando,

que su Mando le podía al silencio.

Si este Mando es cumplido,

lo que va dando es un Premio

y dejando los nombres

que Dios dio, al descubierto.

Si tú cumples esta Obediencia,

manda este Mando sin miedo.

Pero el que administra Poderes de Dios,

que ponga esto primero.

Creyendo como lo cree

y amando como el primero.

Los espíritus que no son de Dios,

lo que quieren es silencio.

¡Silencio se da a lo malo!

Y escándalo, al Evangelio

dicho y hoy diciendo.

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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C5