Quería
dormirme y no quería. Los Humos Divinos, con gran Fuerza, con los ojos abiertos
y con los ojos cerrados, los veía. Esta Visión me daba una Fuerza grande.
En
Sueño Profético decían:
Este
pensar que tiene el Elegido es para explicarlo: el querer dormir es para oír el
Mando que Dios a su espíritu le da para que enseñe a los cuerpos. Y el no
querer dormir es para recordar la vida que hacen los que conocen este Caso y el
Elegido quisiera que de su vida copiaran y ya sufrimiento achicaran.
De los
“Humos”, el movimiento de su Fuerza parece que dice palabras.
Sigue
el Mando de Dios en un espíritu de su Gloria:
Para
hablar de este Elegido tienes que seguirlo. En la calle y en la casa, su
espíritu y su pensamiento siempre están queriendo a Dios más servirle. Y es que
servir a Dios y que te dé su Mando te hace que estés siempre a Dios nombrando.
Decían
en la Gloria, que cada día era más conocido este Caso, que las miradas de
muchos lo decían. Son miradas, algunas con temor, y otras porque sienten algo
cuando ven al Elegido y su nombre nombran.
Desperté,
oí:
Es el
Amor a Dios y la constancia en publicar estas Palabras lo que hace que
las miradas al Elegido lleguen.
Esta
Verdad con Mando, que cada día forme más Escándalo.
Cuanto
más hablen de este Caso, más se acercarán y verán que otro igual no hay.
Tus
palabras tienen Fuerza, y si esta Fuerza la abrazan, ya sienten Mando que no es
de la Tierra.
El
empiezo del Mensaje ha sido dictado: el sueño no llegaba y no había enfado.
No
tengas temor en decir palabras para quitar sufrir.
Tu
sentir no es tuyo, es que Dios lo manda desde Aquí.
Que de
esto, a unos le guardas silencio, y a otros les dices el sentir.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C3
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