Ilumíname

Quedé dormida con este pensar:

“Señor, ilumíname lo que tengo que hacer en todo”.

En Sueño Profético decían:

Todo el pensar que te llegue y des mando para hacerlo, piensa que de la Tierra no es. Si fuera de la Tierra podría tener fracaso.

Todo el Mando que te llegue, Dios lo cambia en bien para que tenga Escándalo.

El Permitir de Dios tiene valla, y en ella quedan encerrados los espíritus malos.

Desperté, oí:

En estas Palabras dichas en la Gloria, al luego dictarlas, más se ve que Dios es el que da el Mando.

Si la presencia del espíritu del mal mucho se enseña, a él es al que se premia.

También decían, que para Dios perdonar, tenía que haber gran arrepentimiento, y que esto lo diría el vivir del cuerpo.

Otra vez, de la Libreta donde el Elegido escribe estos Mensajes, dieron un tirón, pero la alegría fue mayor cuando estas palabras se oyeron:

“No temas ni pienses en lo que el espíritu del mal haga”.

Tu consejo y enseñanza es hacer lo que Dios manda.

Si tú en la Tierra pides Perdón para que tu cuerpo viva como el que no pecó, esto ya es juzgado por Dios.

Lo que no puedes es seguir pecando y pedir Perdón.

El cuerpo tiene su defensor en la Tierra. Y el espíritu lo tiene en la Gloria, que es Dios.

Decían en la Gloria, que cuando Dios perdona, lo publica la persona con su vivir y sus actos ya cambiados.

Cuando el Elegido da consejo en un mal que has hecho, ya este consejo baja del Cielo.

***

Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C4