En
Sueño Profético hablaban de la Iglesia, de sus Representantes, de los que tienen
grandes cargos para el hombre, pero no para el que representan, que es Dios.
Dijo
un espíritu de Dios:
¿Cómo
se puede representar a Dios y no querer oír sus Palabras en el Lugar que Dios
eligió? Este Lugar recibe y reparte de Dios Amor. Este recibir que Dios le
manda, si no cura el cuerpo, prepara al espíritu para que Dios sea para él lo
primero. ¡Pues cómo creer esto y tener gravedad de cuerpo y no llamar al
Elegido, por si el Elegido se ofreciera a ir a verlo y le dijera: “Yo no curo,
pero Dios me ha concedido el poner, a muchos enfermos, sanos”!
Este
Elegido está esperando que lo llamen para que su presencia tenga Fuerza del
Dueño de los dos Mundos, que es Dios Padre, con Nombre también de Dios Hijo,
aunque es un Único Dios.
Decían
en la Gloria, que cómo poder ver que la vida se acaba y no llamar al que todas
las noches Dios arroba su espíritu y lo trae a su Reino.
Tu
presencia que no vaya a verlo hasta que no sientas de este Representante de
Dios llamada.
Desperté,
oí:
En
este arrobo nombraban mucho a los Ministros de Dios.
Decían,
que si Dios estaba hablando en un espíritu con cuerpo, cómo poder aquí dar
desprecio y luego nombrarlo en la misa diciendo que está Vivo.
Es
sufrir grande el no poder cundir aprisa estos Mensajes.
Fue
despertar y oír el “Respirar” que no se puede explicar.
También
veía la “Luz del Cuadro”, que estando a oscuras se veía más cerca esta Luz.
El
Poder de Dios me da fuerzas para hacer este Mando.
El “Respirar”
se fue, y se oía: “¡Es milagro!”.
El
sufrir ponlo en las alegrías, y ya contentas a Dios.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C6
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