En Sueño Profético decían:
Los Caminos de Dios no deberían tener
obstáculos si el hombre creyera que iba Dios delante, dejando al hombre con
Libertad para que si quiere Lo siga, y si no quiere, se quede sin su Camino
pisar.
Dijo uno:
Pero si no Lo sigue, ¿cómo Lo va a llamar
cuando en la Tierra le nieguen curación de enfermedad y otras cosas que pida
que nadie le pueda dar?
En mi casa se hablaba de los Caminos de Dios,
tan normal, como días nublados y días con sol. Siempre se oía: “Coge el Camino
de Dios, que yendo por su Camino, todo lo haces con Dios, y Él te coge de
mensajero y te cubre con la fuerza que los hombres no pueden dar”.
Desperté, oí:
¡Qué engañado vive
el que vaya por el camino del hombre
y abandone el de Dios!
Éste no le sirve al Prójimo
y Dios jamás le mandó.
Y si le mandó,
no sirve el servicio que Le haga,
porque fue fuerza
que con él no luchó.
Para que des con uno
que lo primero sea
el servir a Dios,
pasarás por cientos
que su servicio negaron.
Si el hombre siguiera
la vida del que diga
“me habla Dios”,
cuando pensara en esta Vida,
Perdón Le pediría a Dios.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C8
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