lunes, 15 de enero de 2024

Dios no quiere que paren su Mando

En Sueño Profético decían:

Las alegrías que le están llegando a tu cuerpo, van alegrando. A los que están a tu mando, tú dales mando.

Dijo uno:

Dios no quiere que paren su Mando. Pero si la carne se enferma, te falta la alegría del Mando que te llega.

Desperté, oí:

Dios oye tus peticiones, y puede que aún te lleguen más alegrías.

La confianza que no falte, aunque te sientas un poco desmadejada.

Esto es para que vean que el cuerpo del Elegido también se enferma.

En cambio, el espíritu, siempre está sano y contento.

Esta noche, en el arrobo, se oía pedir a Dios por el Elegido, para que no falte en el Prójimo.

El arrobo ha sido corto, porque el cuerpo no estaba bueno.

***

Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C4

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