Cree más el Amor que las carreras

En Sueño Profético decían:

Piensa que el Mando que das, ya te lo ha mandado Dios. Y como es Mando de Dios, pone silencio al que quisiera ensuciar el Mando que Dios da. Que este Mando Dios lo da de muchas maneras, y según tú a Dios ames, así el Mando queda.

Dijo un Discípulo del Maestro:

Este Nombre Él nos lo daba para que nosotros Lo nombráramos. Para los demás era Dios Hijo.

Estas palabras son para el que le llaman “El Carpintero”, porque se ha cumplido el pensar que Dios había puesto y él te ha servido lo que ninguno te ha podido servir, que han sido los prólogos que han dado las Jerarquías de la Iglesia para estos Libros. Para conseguir esto ha tenido que hacer presencia muchas veces, pero el tiempo que ha perdido ha servido, porque Dios le ha abierto puertas.

Dice en el Mensaje, con Mando de Dios, un Discípulo suyo, de cuando Dios vivió de Hombre en la Tierra:

Aquí quedará en silencio el prólogo de este Libro hasta que lo vean publicado. Luego, esta visión dará remordimiento al que ha dejado que otro se lleve el poder que le pertenecía, por dar desprecio tantas veces como Dios ha mandado que en el prólogo pusiera su nombre.

Desperté, oí:

Decían en la Gloria, que era grande sufrimiento y grande alegría el ver los prólogos hechos por los que a larga distancia vivían.

Para los que no los han hecho es el sufrir, y para el Elegido la alegría, porque su pensar era: “Yo sé que Dios mandará a los que viven a larga distancia que pongan su nombre y su cargo en la Iglesia”.

Así también consiguió el Elegido para estos Libros la Licencia de la Iglesia, yendo donde estos Libros no conocían por vivir a larga distancia.

Pero al leer un Mensaje, los grandes Teólogos, de momento la dieron, diciendo: “Esto no es de la Tierra. Esto es Palabra dicha por Dios en su Reino”.

Esto tiene dos grandes para entenderlo: El Teólogo, o el que no sabe de letras pero el Amor a Dios su cuerpo y sus palabras lo llevan.

Los pastores de Belén no tenían carreras.

Y fueron los que cundieron el Nacimiento de Dios Hijo.

Termina el Mensaje diciendo, que cree más el Amor que las carreras.

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C6