sábado, 16 de marzo de 2024

¿Quién, amando mucho a Dios, puede cambiar sus Leyes?

En Sueño Profético decían Palabras para que el Elegido las oyera, quedaran copiadas y fueran dichas sin miedo al que quisiera saber de la Gloria:

La primera frase es ésta: ¿Quién puede creer en Dios y dar la espalda al que diga: “Dios me habla”? Aquí están los justificantes de que Dios le está a este Elegido dictando todos los días un Mensaje, pasados ya más de 40 años. Estos Mensajes son en la Gloria primero hablados, y luego, para que queden en archivos, dictados.

La segunda frase dice así: “De no ser Verdad Esto, en tantos años habría quedado al descubierto, por haber sido engaño de la Palabra del Cielo”.

Y esta es la frase tercera: ¿Quién, amando mucho a Dios, puede cambiar sus Leyes? Pues a pesar de esto no creen en el Elegido.

Pero el responder de este Elegido es pregonar el Amor de Dios y pensar: “Yo tengo que sufrir y superar el sufrir, queriendo a Dios más”.

Desperté, oí:

Hacían en el arrobo muchas preguntas y se oían contestaciones que veías en ellas que faltaba Amor a Dios.

Estas contestaciones eran de espíritus que contaban sus vidas antes de pedir el Perdón y de ser perdonados.

Había un espíritu con Mando de Dios, que mucho nombraba el Amor de Dios. Decía:

“Este Amor tiene la Fuerza del vendaval en la Tierra.

Yo, cuando sentí este Amor, fue cuando me di cuenta de que vivir sin esta Fuerza no era ser hombre de talento, ni de estudio, ni de carrera.

Este sentir es como espíritus que al despertar cambian el cuerpo.

Si me faltara este Amor, yo, con llanto, a Dios llamaría”.

***

Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C5

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