lunes, 30 de septiembre de 2024

Presencia viva

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios te recuerda su Presencia viva.

El Amor a Dios te hace que olvides su Crucifixión.

Dijo uno:

Yo le nombraba las heridas que a Dios le hicieron al que su sufrimiento lo ponía grande y a Dios culpaba. A éste sí le nombraba la muerte que el hombre a Dios le dio, que tan solo al nombrarla me hacía sufrir yo. Pero su Presencia Viva, al que la piense, le da vida, le achica sufrimientos y le transforma, lo que le va a hacer sufrir, en alegría.

El que crea en este Lugar ve la vida como es, no como el hombre la vive, que la vive fría, hueca y aprisa, sin saber donde va. Pues su vivir es pluma en vendaval.

El Amor a Dios te hace que vivas Resurrección, y ya sientes su Presencia y hablas de su Existencia.

Al pensar en la Cruz, en las espinas, y en sus Manos con los clavos, me venían estas palabras por lo que pensaba: “Señor, yo no sé si peco, pero mi Amor es más fuerte que el pecado. En Ti dejo el Perdón, pero yo Te sigo queriendo.”. ¡Y es que no podía pensar en lo que Le hicieron!

Desperté, oí:

El Amor a Dios, decían en la Gloria, te hace vivir Resurrección.

Es cierto que al pensar en Dios Vivo y al oír estos Mensajes, ya vives inquieto, cuando has tenido que retirarte.

El Amor hace diálogo, a veces estando tú solo.

Pero como piensas que está Vivo, ya sabes que está contigo.

Si estudias este Arrobo, verás que a Dios Muerto Lo nombran poco.

Tan sólo al oír “Lo clavaron”, ya te pones apenado.

Piensa en su Resurrección y donde pongas tus ojos di: “Allí está Dios”.

Cuando amas de verdad, el sufrimiento quieres olvidar.

Pues si a Dios de verdad quieres, no nombres tanto su Muerte.

Enseña a que Lo quieran y que vivan su Presencia.

Y ya con este pensar, el pecado achicarán.

***

Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VIII - C7

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