En Sueño Profético decían:
La alegría no puede faltarle a este
Elegido. La alegría es el fruto que va diciendo que la Palabra de Dios está en
todo momento con el Elegido.
Dijo un Discípulo de Dios Hombre:
A nosotros, cuando íbamos hablando del
Maestro, pocas veces nos vieron sin alegría. Cuando un momento nos faltaba,
recordábamos las Palabras que momentos ante de salir a la calle nos había
dicho. Eran Palabras con Mando. Veíamos que Él no venía con nosotros, pero que
el Poder de Dios entraba en nuestros espíritus.
Un día íbamos por una plaza tres
Discípulos. Diré los nombres: Santiago, Felipe y Pedro, que soy yo, el que Dios
manda que dicte esto que pasó:
Llegaron unos, que se nos quedaron
mirando y se pararon. Se acercaron a nosotros y nos preguntaron: “Hace tiempo
que queremos haceros una pregunta, y siempre que nos acercamos, algo sentimos,
que nos retiramos. La pregunta es que ¿cómo podéis estar, todo el tiempo,
contentos, cuando muchas veces os dan desprecio?”
Estas fueron las palabras de Santiago:
-
Todo el que crea que el Maestro no es Dios Hijo, mandado por Dios Padre, ya,
palabras, yo no puedo darle. Nosotros estamos siempre dispuestos a hacer el
Mando que nos manda. Y sin este Mando, ninguno queremos la vida del cuerpo. El
Mando da alegría y alimento.
Fue terminar estas palabras y oírse un
chillerío, diciendo: ¡El Maestro viene!
Dejaron sitio y se acercó el Maestro con
estas Palabras:
-
Cuando os digan las palabras que os han dicho, “que ¿por qué vais siempre
contentos?”, decid que no hay otra cosa que dé más alegría que las Palabras que
mi Padre manda que Yo diga, por haber un Dios Padre Único, y un Dios Hijo. Y
todas las Palabras que oigan de vosotros, son de Dios Espíritu, que es el Poder
que mi Padre manda en Mí y Yo lo mando en vosotros. Ya, si piensan en el Reino
de mi Padre, ven que es Gloria para todo el que la quiera.
Cuando terminó de decir estas Palabras, se vieron caras de dos maneras, unas contentas y otras queriendo pedir Perdón cuando al Maestro vieran, porque allí no hubo parada y con nosotros, los Discípulos, se fue.
Desperté, oí:
Ha sido el Mensaje una gran Enseñanza que
Pedro, el Discípulo de Dios, ha contado.
Este Mensaje hablaba de las alegrías
cuando tenías Mando de Dios.
Este Mensaje le va a los que al Elegido
están unidos. Cuando les da Mando, no es suyo, es de Dios.
Cuando el Elegido recibe este Mando, pide
a Dios la muerte antes que por no cumplirlo darle enfado.
Aquí el cansancio hay que despreciarlo y
publicar gran cantidad de Libros.
Cuando se ve la gran cantidad de Libros
que aquí hay escritos, se ve que esto no es de la Tierra.
Deja escrito que, al escribir este
Mensaje, la mano corría más que el pensamiento.
Y deja escrito también, las pocas horas
que duermes.
Justifica que Esto es de Dios, las pocas
horas que el Elegido duerme y la alegría que este Elegido va repartiendo.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario